Los pacientes que eligen este tratamiento son los que rechazan un lifting quirúrgico.
La finalidad del tratamiento con hilos tensores es la reposición espacial de la piel, creando en ella una tensión que evita que se vea flácida, disimula las pequeñas arrugas y eleva ciertas zonas del rostro, armonizando el conjunto facial.
Los hilos no dan volumen, se tienen que complementar con rellenos de gran densidad.
Los hilos se anclan a los tejidos gracias a unas púas. Pueden ser:
La duración es entre 3 y 5 años.
Además, hay una revitalización continua por aumento de fibras de colágeno y elastina, lo que mejora el aspecto y la sujeción de los tejidos, y activa la microcirculación de la zona, aumentando la síntesis de colágeno y la regeneración de las células.